P (r) o (b) e t a

¡Soy Poeta!

Porque mis letras

son el canto

a la disconformidad con lo real.

Soy Poeta,

y

pongo enter cua

ndo quiero

porque

todo en mí

es Poesía.

Soy Poeta,

y nunca encontrarás en mis versos

ideas parecidas a las del sentido común.

Pues,

¡Soy Poeta!

Poseedor del verdadero

y aúreo vuelo divino

que otorga la salvación de la mente.

Soy poeta,

e “hice el norte”,

pero nunca viajé a Europa,

lo que me hace ser más Poeta

de lo que verdaderamente soy.

Y grito “Poeta”

y mis visitantes aullan de emoción.

Y grito “grito”

y la sangre fibrila de éxtasis en las venas ajenas.

Y digo “Poeta” de nuevo,

y los aplausos se descomponen en ruidos de agradecimiento.

¡Soy Poeta!

Porque oigo más alla de la natural sabiduría humana.

Porque no es natural la sabiduría humana,

por eso no la oigo, sino más allá.

Y acabo de confundirlos,

porque...

¡Soy Poeta!

¡Soy p o e t a!

Pero el problema, Probetas,

no es que mi Poesía los confunda,

sino que ellos no nos entiendan.

¡Oh Poesía!

¡Oh Poesía!

Tierna malcriada de los literatos,

amorfo manojo de letras,

de inconsistentes metáforas,

de sentidos abrochados con patitas de Graña.

¡Oh!

¡Oh!

¡Insolente Poesía!