lunes, 7 de marzo de 2011

Teetesita y Saroh

S: ¡Tanto tiempo y yo sin siquiera haberte pensado un segundo! ¿Cómo andas, che? ¡Que bueno encontrarte!

T: Bienbienbien bien. Todo bien, por suerte.

S: Pero qué suerte la tuya, Teti!

T: Yo ya no soy Teti, soy Teetesita, Saroh.

S: Ay, pero Teti! Teetesita es muy largo, tenés que gastar casi media exhalación sólo para decir tu nombre. No tiene sentido, en cambio...

T: … “Saroh es un nombre corto, sencillo y original”. Sí, ya todos lo recordamos, Saroh. Mil gracias por hacerme sentir como en casa.

S: Hablando de casa, decime, Teti ¿qué te paso a vos que andás toda sucia haciendo de zombie por el centro?

T: Ah, mirá, tengo una manchita en la pollera.

S: ¿Pollera? Teti, ¿vos te miraste la cara?

T: ¿La cara?

S: Sí, tu rostro, la cara, que se yo! Esto de acá (se agarra los cachetes)

T: ¿Vos me estás cargando Saroh? ¿Cómo querés q me mire la cara si mis ojos están incrustados en ella?

S: ¿Yo? Pero no Teti...¿qué decís?

T: (interrumpe) – Mirá Saroh, te lo voy a decir una sola vez más: si en tu vida te manejas siendo una negadora cegada por el parecer y asustada por el ser, yo lo respeto. No te discuto ni te molesto. Pero que quede claro que es un -te-ma-tu-yo-. Yo -no- soy como vos y YA NO SOY TETI. Teti no existe. Se fué, Saroh. No es nadie. Digodigo, es nadie. No. Ay no se, Saroh. Nono, no es “es nadie” porque sino sería y no puede ser porque no es. Pero no-es-alguien = nadie es nadie = ningún alguien. Entonces podría ser “es nadie”. Pero seguiría participando del género del Ser ¡Esto no puede ser! Porque no-es (alguien), entonces tendría q ser perteneciente al No Ser. No es nadie. ¿Entendés? ¿No? ¿Cómo se dice Saroh?

S: ¿Qué cosa?

T: Lo de recién Saroh, ¿no me escuchaste?

S: ¿Que qué?

T: ¿Qué si no me escuchaste?

S: ¿Qué? ¿Qué si no escuché el qué del qué?

T: ¿Cómo?

S: Que ¿qué “que” tenía que escuchar?

T: El “qué” de lo que te estaba diciendo, tarada.

S: No se. No me quedó claro. La verdad, nada de todo esto me quedó claro. Pero escuchame, ¿vos te viste o no te viste?

T: Yo me siento sucia, pero el ki de la cuestión es que yo solo -lo siento- . ¿Entendés? No es que de hecho ocurra.

S: Dejame desilucionarte, pero tu ki está de hecho ocurriendo.

T: ¿El ki?

S: Sí, se dice “el quid” pero vos dijiste “el ki”.

T: No, yo dije “el quid”, me habrás escuchado mal.

S: ¿Vos me estás tomando el pelo, Teetesita?

T: ¿Vos decís “de hecho” ahora? ¿Ahora acá? ¿Vos me ves sucia?

S: ¡Por favor, Te! ¡Estás toda sucia!

T: ¿Te? ¿Cuán sucia me ves?

S: Sí, Te. Un 87% sucia, te salva que tenés una dentadura saludable. Pero mirate las uñas de las manos, parecen de plomero, Te. ¡Y esos pies! ¡Que espanto! Acá en el cuello tambien, y el pelo. Inmunda. Sos una inmunda.

T: ¿Sabes qué, Saroh? La inmunda no necesita verse a un espejo para saber quién es.

S: ¿Sabés qué? No por eso dejás de ser menos inmunda, ¡inmunda!

T: ¿Sos tonta?

S: No, inmunda. ¿Y vos? ¿Sos inmunda?

T: Bueh Saroh, te llevaste el premio a la más tarada.

S: Y vos a la más sucia, inmundah-dah-dah.

T: ¿Ibas para casa?

S: Sí, a lo de la inmundah-dah-dah, porque vivo con una inmundah.

T: ¿Qué haces?

S: ¿Con qué?

T: Con lo de “inmundah-dah-dah”.

S: ¿Con qué? No se qué decis, habrás oído mal.

T: Ay Saroh, sos taaan tonta que hasta me copias lo que digo.

S: ¡Uy! ¡La copio a la inmunda! ¿Se me contagia la inmundicia también?

T: Fuimos paridas por la Madre Inmundicia, Saroh. Agradecé que al menos podemos hilar tres o cuatro palabras seguidas.

S: Ay Teti, sos una enferma mental.

T: ¿Por qué? ¿Por qué vivo.con y quiero.a la tarada que me dice inmundahdahdah? ¿O por lo que dije de la EmAi (MI)?

S: Y también te dije enferma mental, ¿te acordás? ¿Querés que te lo repita?

T: No, mirá, yo lo digo solita: SOS UNA ENFERMA MENTAL. ¿Viste que bien me salió?

S: SOY, “SOY una enferma mental” tenés que decir.

T: Claro, SOS una enferma mental.

S: No, YO no soy esa, VOS sos esa. Entonces vos decís: “SOY una enferma mental”.

T: Bien Saroh, un camino de mil millas se comienza por el primer paso. Te felicito. Bueno, yo ahora me voy para allá porque no voy para casa, así que te veo a la noche después de las diez. ¿Dale?

S: ¿A las diez? Dale.

T: Chau, che. Cuidate.

S: Saludos, che. Me encantó verte.